09 julio 2011

Hasta siempre maestro Facundo

Hay veces que no tenemos ni la más mínima idea de como titular una entrada, y es que tal vez Phineas y Ferb realmente sí se esten robando los títulos, pero ni modo, proseguiremos y al final si no les gusto el título hagan su sugerencia y lo pondremos a consideración.
El próximo 15 de Julio cumpliré 6 años de haber escrito mi primer entrada, y honestamente me sorprende que rápido pasa el tiempo, y muy probablemente no ha cambiado mucho mi forma de relatar, si lo ha hecho la experiencia adquirida a través del tiempo, y me refiero a que la sensibilidad ha aumentado pero la frialdad también, las cosas se ven de diferente manera cada vez, las alegrías van creciendo pero los momentos amargos empiezan a contarse por docenas cuando solían ser imperceptibles.Es sin lugar ha dudas el equilibrio universal, ese que te llama a comprometerte con causas tal vez perdidas pero justas, a tenderle la mano al amigo, al hermano, al necesitado. Ese que te dicta la conciencia que debes esperar el momento correcto para aventurarte y ese mismo que te voltea la cara cuando no lo hiciste en el tiempo esperado. Es ahora cuando empiezas a darte cuenta de que tus ideas no eran únicas y que algunos que ni en tu vida hacías las han adoptado ya sea para enriquecerse o para engrandecer sus seres internos, pero el equilibrio es lo único que persiste, y haz pagado por ello.
Ayer por la noche me enteré de una noticia inusitada, otro grande nos ha abandonado, si otro grande entre los grandes, un ciudadano del mundo, Don Facundo Cabral, y pesé a los grandes dolores e injusticias del como y el porque de su muerte, como todo buen grande, nos deja su legado, ese que persiste a través de los años, ese que te pega en las entrañas cuando lo citas y te lleva a la nostalgia de quien fue un causante de tus muchas noches bohemias y especiales, tal vez al lado de tus grandes amigos o tal vez a un lado de ese gran amor que comprendía el verso del maestro a la perfección.
Quedan pocos y desgraciadamente parece que se encuentran en extinción, ya sea por la velocidad a la que vivimos hoy día o porque el mundo de los centavos paso a ser más redituable que el mundo de las conciencias. Pero a pesar de ello la esperanza sigue en pie, y los grandes, grandes serán, así lo marca la historia y así será. Por lo pronto el Universo aplica su equilibrio, nuestras vidas se llenan de ilusiones y nuestro  horizonte aunque a veces nublado nos asoma un haz de luz suficiente para seguir enamorado, para charlar con los poetas, los músicos y pintores, para desgastar las horas con pinceladas de humor y porque no,con lagrimas de agradecimiento, finalmente suficiente para tomar un buen café.
Hasta siempre maestro Facundo.

Hasta pronto ciudadanos del mundo.