Vaya, creo que estoy totalmente, humm ni siquiera se como estoy. Lo simpático es que no se trata de un episodio de amor, no, esta vez estoy consternado por un libro, si es verdad, un libro, para algunos un simple y vulgar libro, para mi, la biografía interpretada por un escritor hasta hoy desconocido para mi, pero que supo transmitirme de una manera vivaz las atrocidades y las pocas satisfacciones de mi máximo ídolo de la pintura, aquel que en su vida no vendió un solo cuadro y cuya sensibilidad para expresar al limite el alma de las cosas, la potencia de su pincelada, el carácter de su obra, la intensidad de sus colores, en si todo el conjunto de lo mencionado, logran estrechar la admiración de por si incalculable a la casi casi comprensión del porque esta familiaridad con el artista.
Estoy hablando de Vincent Van Gogh, seguro que si hubiese vivido en su época seria un entrañable amigo. Si el simple hecho de leer su penurias y la facilidad de captación de la naturaleza, de los individuos, de los objetos inertes, me destaparon algunas lagrimas, estoy cierto a decir que la forma en que murió me produjo un gran desconsuelo.”No se puede pintar un adiós”.
Tal vez mis letras carezcan de importancia para la gran mayoría, pero me complace grandemente poder descifrar las pretensiones de un verdadero artista, que pese a las criticas, las inclemencias tanto del tiempo, como de la maldita sociedad tajante como siempre y en cualquier época de la historia, acaban encasillándose en las normas o maneras correctas de vivir. Claro no estoy escribiendo una historia de éxito, porque en su momento jamás lo tuvo. No vivió para disfrutar la fama ni el dinero que hasta hoy día siguen produciendo sus obras, no, pero supo enfrentarse a si mismo, eso mis queridos lectores es la valía por la cual lucho día con día, no me importa fracasar, no, ni siquiera me interesa morir pobre o sin amor, he amado y sé que es el sentimiento mas puro que existe, pero lo que realmente me aturde es el miedo de no encontrarme a mi mismo, el no poder entregar a la humanidad mi granito de arena, porque no se en que ámbito lo pueda hacer.
Y no porque no halla intentado todo, lo cierto es que ni siquiera se donde reside mi verdadero talento, ya que soy un amante del arte mas no tengo el poder de saber hacia donde enfocarlo.
Solo me queda agradecer a ese viejo amigo Vincent las alegrías que dio a la humanidad, es más, sigue dando, como a mi.
Gracias Libertad, que me has enviado este volumen y sabias que me agradaría sobremanera. He dejado la pintura, pero prometo de cuando en cuando hacer intentos para saciar vagamente los matices que mi ignorante ojo pueda captar. Por ahora, intentare escribir, escribir y escribir, creo que no soy tan malo.
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